oct 222009
 

Revisando la literatura médica, ensayos aleatorios controlados y estudios de cohortes, se encuentran resultados inconsistentes evaluando los beneficios cardiovasculares del aceite de pescado. Negativos si hablamos de ácidos grasos de cadena corta (ALA) y cierto beneficio si hablamos de ácidos grasos de cadena larga (EPA y DHA). Hooper y Thompson no encuentran efectos beneficiosos en una revisión publicada en British Medical Journal de los estudios controlados desde 2001 hasta 2006 de 6 meses de duración de la administración de ALA, EPA y DHA. Estos autores concluyen que el rol de los Omega-3 no es importante para la prevención o tratamiento cardiovascular. Sin embargo, Wang, Harris et al, publicaron unos meses después otra revisión en American Journal of Clinical Nutrition donde sí encontraron mejoras en la prevención cardiovascular en consumo mayor a 1 año. Nos centraremos en este estudio.

En esta revisión, desde 1966 a 2005, se evaluaron los resultados de diversos estudios que cumplieron los criterios de inclusión, en los cuales existía un aporte de Omega-3 a través de la dieta, o de suplementos de aceite de pescado. También se evaluaron los efectos del ALA que se encuentra en Flaxseed oil, aceite de soja o canola (la infame colza).

Los omega-3 se han relacionado (consistentemente o sin ninguna consistencia) con un menor número de arritmias, mejor perfil lipídico en plasma, presión sanguínea disminuida, menor agregación plaquetaria, menor número de infartos, mayor supervivencia y prevención de eventos cardíacos, menor ocurrencia de muerte súbita, y otros efectos no coronarios (sobre el SNC, déficit de atención, etc).

Debilidad de esta revisión: los datos más antiguos suelen tener peores protocolos y control de las variables que los modernos, y existe una tendencia a que los estudios sean más positivos de lo que en realidad son, ya que cuando los resultados no son los esperados, a menudo no se publican. Los criterios de inclusión fueron mortalidad por cualquier causa, y la ingestión de cualquier tipo de O3 (soja, pescado, suplemento, etc), en pacientes sin enfermedad y con enfermedad cardíaca diagnosticada.

Las conclusiones de este estudio es que los ácidos grasos de cadena larga, pero no los de cadena corta muestran resultados consistentes de una menor incidencia de mortalidad cardiovascular por infarto o muerte súbita. El Omega-3 mostró un beneficio más claro en prevención secundaria que en prevención primaria (población sana).

Por lo tanto, parece que el Omega-3 tiene un mayor beneficio en población de riesgo que en población sin riesgo coronario.

  One Response to “Revisión de los efectos cardiovasculares del Omega-3”

  1. como todo en este mundo, siempre hay dudas sobre los beneficios o no beneficios del OMEGA 3. YO PUEDO AFIRMAR QUE SI ES BENEFICIOSO pues me bajo el colesterol y tambien la presion arterial. aun sigo tomandolo.

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