A medida que la tecnología avanza, se simplifican los procesos y con ello se reducen los costes. Conservar las fracciones bioactivas en proporciones relevantes en los complementos alimenticios era algo muy caro. El consumo de proteína de suero proporciona una transferencia efectiva de cisteína, que eleva los niveles de glutatión. Se ha comprobado un nivel terapéutico en cánceres del sistema genitourinario con la administración de proteína de suero. El hígado, que es el principal órgano que controla la detoxificación y eliminación de deshechos tóxicos, presenta la mayor concentración de glutatión del organismo.
Mcintosh describió que en ratas expuestas a tóxicos altamente cancerígenos (dimethylhydrazine), presentaron menos tumores y más pequeños en el intestino con suplementación protéica a través de whey y caseína, en comparación con la soja y la carne roja.
Parker en 1995 confirmó las propiedades inmunoestimulantes del concentrado de suero (en concreto las lactoalbúminas que forman el 70% del concentrado de suero) y no de las otras proteinas que estudió: soja y caseína. Pero además, algunas de las fracciones protéicas promueven la pérdida de peso y grasa.
Pilvi administró a ratas obesas aislado de proteína de suero, a-lactoalbúmina, b-lactoglobulina o lactoferrina. Las ratas que perdieron mayor peso y mayor porcentaje de grasa fueron las que recibieron alfa-lactoalbúminas y lactoferrina. De nuevo se les dministró una dieta hipercalórica para que volvieran a ganar peso. Las que habían tomado ALA antes de volver a tomar la dieta hipercalórica, ganaron menos peso que las que habían tomado aislado de suero o b-lactoglubulina. El tamaño de los adipocitos era menor en el grupo de lactoferrina que en el WPI y BLG.
La lactoferrina está presente en la leche materna, y se encuentra en concentraciones 15-30 veces superiores que en la leche de vaca. Tiene actividad antimicrobiana, bactericida Gram+ y Gram-, e incluso antivírica y antimicótica. Un estudio publicado en JAMA en 2009 indica que en neonatos con bajo peso, su administración reduce el riesgo de sepsis, que afecta al 20%. Con la administración de lactoferrina bovina, se redujo la incidencia hasta el 6%.
Sin embargo, los efectos no acaban ahí, y es que la lactoferrina tiene también propiedades cardiosaludables:
Kajikawa halló una disminución del colesterol LDL y de los marcadores inflamatorios. Takeuchi encontró otro hallazgo interesante de la lactoferrina en ratas: aumenta el colesterol HDL y disminuye los niveles de triglicéridos, retardando la acumulación de lípidos en el hígado, suplementando con lactoferrina la dieta normal de las ratas.
Los que habéis decidido cambiar la leche por la soja (bebidas o proteínas en polvo), estáis dejando de alimentar vuestro organismo con fracciones protéicas interesantísimas desde el punto de vista del sistema inmune y la defensa celular, y también del control de peso.
Una de mis comidas cuando tengo poco tiempo es una mezcla de suero y caseina junto con algunos frutos secos, las llevo haciendo hace años, con ello controlas muy bien las calorías y tienes el aporte proteico que en cada caso estimeis oportuno.
Un saludo