Seguro que estás familiarizado con las siglas CLA del ácido linoléico conjugado, y los nombres Clarinol y Tonalín, que responden a una mezcla de isomerías (C9-T11 y T10-C12) en distintos porcentajes, y que tienen diferentes e importantes implicaciones clínicas. Habrás oído decir que el CLA es sano, natural y efectivo. Así lo aseguran al menos los miles de “expertos” que inundan las revistas de “salud”, libros, televisiones, etc.
TRANS10-CIS12 y CIS9-TRANS-11
Parece que un mayor número de efectos secundarios se atribuyen al isómero T10-C12 de estas fórmulas sintéticas, y no al C9-T11 que es el predominante en los lácteos ecológicos y de rumiantes alimentados con pastos de forma tradicional. En cuanto a la efectividad, no lo trataremos en este artículo, aunque adelanto que aunque no se pierde peso de forma acentuada, sí que disminuye el tejido graso, especialmente de la zona retroperitoneal y abdominal. Sin embargo, tiene una cantidad de posibles efectos adversos muy amplia, que deben ser seriamente considerados. En palabras de José Martinez del CSIC, director de una reciente investigación con ácido linoleico conjugado, el isómero T10-C12 presente en las fórmulas comerciales causa “verdaderos estragos en el hígado de los ratones”.
Se han encontrado efectos secundarios de gravedad con la administración de CLA a corto plazo, tan serios como esteatosis hepática (hígado graso), HTA pulmonar, hepatomegalia, disminución del colesterol HDL, efectos pro oxidantes, resistencia a la insulina, pancreatitis, lipodistrofia, desregulación lipídica, alteración del metabolismo de la glucosa, etc etc. A largo plazo, las consecuencias son imprevisibles y no han sido estudiadas por la reciente introducción en el mercado de esta sustancia. Como resumen, se pueden encontrar isomerías (alteraciones moleculares de posición) sintéticas, como la T10-C12, que parece que son las responsables de la mayor parte de los efectos secundarios observados. Sin embargo el CLA encontrado de forma natural en los lácteos de animales alimentados de forma tradicional (con pastos), que se pierde en los animales alimentados de forma industrial con piensos compuestos, se asocia con efectos protectores (cardiovasculares, antocancerígenos y otros).
Actualización 2011:
En 2010 y 2011 se han realizado algunos estudios interesantes que merece la pena mencionar sobre el CLA, aunque seguimos muy lejos de entender el efecto global sobre la salud de estos ácidos grasos.
Martins, et al en la Universidad Técnica de Lisboa encontraron en ratas que la administración de CLA disminuye el Omega 6 que finalmente formará parte de la membrana celular en forma de fosfolípidos, y el ácido araquidónico responsable de la formación de eicosanoides pro inflamatorios. Esto demuestra el carácter antiinflamatorio del CLA y su capacidad para alterar las características funcionales y estructurales de las células. En 2011 en la Universidad Estatal de Ohio (USA), Stout et al determinaron que el CLA puede iniciar la fisiopatología responsable de la resistencia a la insulina observada en ratones vía acumulación de diacilglicerol en el hígado. Arias et al, en la Universidad del País Vasco, probaron una combinación de resveratrol + CLA en ratones con una dieta obesogénica durante 6 semanas. Encontraron que en combinación, contrarrestan los resultados obtenidos con cada nutriente, que por separado, dificultan la ganancia de grasa en ratones y ayudaron a estabilizar el nivel de azucar en sangre. Esto de nuevo pone de manifiesto que las combinaciones de suplementos no actuan en sinergia necesariamente, y que pueden incluso anularse o tener otros efectos secundarios.
Se han abierto líneas de investigación sobre el efecto del CLA en la masa ósea. Los resultados hasta el momento han sido inconsistentes. Park et al, Universidad de Massachusetts USA observó que incrementa la masa ósea en ratas suplementadas al 1% con calcio, pero solo en isomería T10-C12, y no en dosis inferiores de calcio, por lo que necesita posteriores investigaciones en humanos.
Un buen estudio nos llega de la mano de Halade et al 2011 Universidad de Texas. Investigó CLA + aceite de pescado, y este último logró atenuar los efectos perniciosos sobre el hígado del CLA y mejorar la masa ósea, la sensibilidad insulínica, inflamación y redujo masa grasa en ratones.
Michisita y otros (School of Tokyo Medical and Dental University, Tokyo, Japan 2010) administraron una mezcla de aminoácidos con y sin CLA en humanos con sobrepeso junto con un programa de ejercicio durante 12 semanas, encontrando que esta combinación disminuyó las circunferencias de muñeca y cadera respecto a un placebo (1.5 gr de aminoácidos + 1.6 gr de CLA al día)
Otro estudio interesante es el de Venkatramanan S, que junto con su equipo, han concluido que las leches enriquecidas con CLA no disminuyen la masa grasa.
Smit en Harvard comienza su estudio mirando atrás sobre los datos disponibles de la leche y las grasas saturadas sobre la salud. Textualmente “Despite the high saturated fat content of dairy products, no clear association between dairy product intake and risk of myocardial infarction (MI) has been observed”. (Sorpresa!). Como las vacas que pastan hierba libremente tienen más CLA natural que las vacas modernas alimentadas en batería con piensos en ganadería intensiva, algunos modelos animales habían mostrado beneficios asociados al CLA en procesos ateroscleróticos. Smit estudió 1813 casos de infartos no fatales en gente que tomaba leche de vacas alimentadas tradicionalmente con pasto, y lo comparó con 1813 sujetos como control. Halló que no existe asociación de lácteos con riesgo de infarto, y que la cantidad de CLA en forma C9-T11 encontrada en el tejido adiposo estaba asociado a menor riesgo de infarto de miocardio.
Estudios anteriores:
Un estudio en 2007 publicado por American Heart Association, encontró que el CLA con isomería T10-C12 incrementa el ratio de stress oxidativo a niveles considerablemente superiores a los encontrados en fumadores crónicos (Risérus, Mmed et al).
En Oxford Journalds 2007 fue publicado que el isómero T10-C12 en contra de lo previsto, favorecía el desarrollo de células cancerigenas en la mama de ratones (Margot et al).
En 2006 investigaron el efecto en crías de pollo con una mezcla de T10-C12 y C9-T11 al 50%. Encontraron una mayor mortalidad en los pollos suplementados con CLA (Banni S et al)
En 2007, un estudio de la Universidad del País Vasco, describe que ambos isómeros tienen implicaciones directas en el desarrollo de resistencia a la insulina (Churruca et al).
Syvertsen sin embargo, critica que muy pocos estudios utilicen el clamp glicémico-insulínico. para la medición de los resultados y en sus estudios no halló resistencia a la insulina, aunque no investigó los posibles efectos proinflamatorios.
Dichos efectos pro inflamatorios sí que han sido evaluados en la Universidad de Uppsala en Suecia (Risérus, Basu et al). En su estudio, evidenciaron un aumento en la peroxidación lipídica, marcadores inflamatorios -proteína C reactiva y 8-iso-PGF (2 alfa)- y también resistencia a la insulina usando el clamp glicémico. Sin embargo, estos efectos fueron con el isómero T10-C12.
Steck en la Universidad de Carolina del Norte encontró que incluso a corto plazo, puede existir un incremento en los marcadores inflamatorios en sus estudios con personas obesas. Encontró también algun efecto gastrointestinal menor.
Whigham en Madison Winsconsin no encontró ningún efecto adverso suplementando con Clarinol a pacientes obesos durante 12 meses en la función hepática, insulina y niveles de glucosa.
Medsen en Noruega informa de casos de pancreatitis en mujeres, y disfunción hepática en obesos, hipertensión pulmonar en mujeres así como hígado graso asociado a consumidores habituales de CLA.
Blankson encuentra una reducción del colesterol HDL (bueno) con Tonalín en 60 personas con sobrepeso, con las consecuencias que esto puede tener en la salud cardiovascular.
Tsuboyama-Kasaoka, Mayumi Takahashi, y otros, interesados por los efectos positivos de una pérdida de grasa, encontraron que la pérdida de tejido graso puede conducir a transtornos metabólicos graves. Hallaron que el CLA causa hepatomegalia y resistencia a la insulina que son características de lipodistrofia, cuyas consecuencias metabólicas pueden ser mortales en casos graves.
Otros estudios con ratones muestran una reducción de DHA en el tejido cerebral y cardíaco, lo que podría aumentar el riesgo cardiovascular y cerebral.
En la Universidad de Baleares sin embargo, en ratones suplementados con una mezcla isomérica 50:50, no encontraron efectos sobre la sensibilidad insulinémica ni los marcadores inflamatorios a dosis bajas (Parra, Serra et al)
Efectos positivos:
Todo nutriente tiene ventajas e inconvenientes. Podemos sacar provecho de un nutriente cuando es convenientemente prescrito, y cuando en conjunto, las ventajas superan los inconvenientes. El problema es que nadie puede prescribir convenientemente el CLA puesto que se desconocen sus efectos sobre la salud a corto, medio y largo plazo. Se han reportado efectos beneficiosos, anticarcinogénicos y antiateroescleróticos en ratones, pero en unas circunstancias muy concretas que deben ser estudiados en profundidad antes de sacar alguna conclusión en humanos. Se necesita averiguar si las ventajas superan los inconvenientes para la población general fuera de patología, lo que llevará décadas de investigaciones.
El mejor CLA, el natural, se encuentra en grandes proporciones en los lácteos ecológicos y muy disminuido en los lácteos de las vacas criadas en batería y alimentadas con comida basura (piensos compuestos a base de excedentes de soja, maiz, semillas etc). Esta parece una alternativa mucho más razonable de aumentar la ingesta de CLA en la forma que se encuentra en la naturaleza y de paso, disminuir la ingesta de lacteos no ecológicos que acumulan una enorme cantidad de pesticidas y xenobióticos (tienden a acumularse en ambientes lipídicos: es decir, las sustancias tóxicas y químicas se almacenan en las grasas). Y el coste o el incremento de precio de los lácteos ecológicos en lugar de los normales, al menos en Europa, no es mucho mayor que el de comprar el suplemento, así que el beneficio para la salud es mucho más amplio. Además, el ratio Omega 3 Omega 6 es óptimo en los lácteos ecológicos de vacas alimentadas con pastos, ya que las poblaciones occidentales consumimos demasiado Omega 6 y poco Omega 3, que parece que compiten por los receptores enzimáticos de las células, provocando entonces un efecto inflamatorio a través del ácido araquidónico si se consumen lácteos industriales y aceites vegetales. Por lo tanto dependiendo del ratio Omega 3- Omega 6 consumido en la dieta tendremos un perfil inflamatorio subclínico o antiinflamatorio, según se deduce de las investigaciones actuales.
A la vista de los ensayos clínicos disponibles a día de hoy, recomiendo el consumo de CLA a través de lácteos de procedencia ecológica u orgánica. Si decides tomarlo en forma de suplemento, aconsejo evitar tomarlo durante periodos largos. Parece que está habiendo algún tipo de campaña de marketing muy agresiva en sudamérica con este producto, por lo que debo avisar que en cuanto a la pérdida de peso, la relación coste del producto efectividad es muy baja, es decir, no suele ser muy efectivo para perder peso, y mucho menos sin un programa adecuado de ejercicio.