El chocolate tiene una mala fama absolutamente inmerecida y absolutamente acientífica. El público femenino es especialmente dado a adherirse a dietas aberrantes y basadas en falacias durante buena parte de su vida. Si por alguna razón decidiste restringir el chocolate, estás perdiendo uno de los alimentos más cardiosaludables y endiabladamente ricos del mundo.
En el Departamento de Epidemiología Cardiovascular de la Universidad de Cambridge empezaron a seguirle la pista al consumo de chocolate, para lo cual realizaron una revisión de estudios de cohortes (BMJ 2011) que abarcó unos 100.000 participantes. Tras analizar los estudios que cumplieron los criterios de inclusión, encontraron que las personas que consumen más cantidad de chocolate tenían un 37% menos de enfermedad cardiovascular y un 30% menos de riesgo de infarto.
Pero la cosa no acaba aquí. El consumo de chocolate se ha asociado con menor riesgo de desarrollar diabetes (Oba 2010), con menor presión arterial (Grassi 2008, Buijsse 2006 y otros) con menor mortalidad por cualquier causa (Buijsse 2006) y una correlación inversa con placas ateroescleróticas (Djoussé 2010)…
Compra un buen cacao y chocolate negro (cercano al 70% al menos), como siempre mejor ecológico y mejor sudamericano (algunas partidas de chocolate africano tienen mucha presencia de metales de industrias pesadas establecidas). Hay chocolate ECO 70% a 1.75 euros la tableta de 100 gramos, por lo que no es algo prohibitivo. Toma cada día un buen trozo de chocolate, y disfruta también del cacao en polvo (cuidado con el azúcar del cacao no orgánico y los porcentajes bajos de cacao y altos de azúcar de muchos de los preparados comerciales de cacao de desayuno). El cacao es muy saludable, pero no los preparados de cacao de supermercado con toda clase de guarrerías añadidas.