Vitaminas del grupo B y rendimiento deportivo

Las vitaminas del grupo B, más en concreto tiamina (B1), rivoflamina (B2), ácido pantoténico (B5) y niacina (B3), están directamente implicadas en el metabolismo energético celular. Las vitaminas han sido estudiadas en el deporte desde hace un tiempo relativamente largo, poniéndose muy de moda entre los deportistas hace algunas décadas. Existe algún beneficio ergogénico en las vitaminas del grupo B?

Esta pregunta es muy difícil de responder. Woolf y Manore de la Arizona State University sostienen que el ejercicio físico incrementa los requerimientos de riboflavina y vitamina B6, mientras que los datos para el folato y la vit B12 son muy limitados.

Manore en la Universidad Estatal de Arizona establece igualmente un modelo teórico: el ejercicio físico aumenta los requerimientos de micronutrientes mediante distintos mecanismos:

  • Turnover aumentado
  • Adaptaciones bioquímicas que incrementan la necesidad de nutrientes (incremento enzimas mitocondriales)
  • Reparación, síntesis y mantenimiento de tejidos.

Este autor concluye igualmente que quien tenga una dieta de restricción energética o mal hábito alimenticio tiene riesgo de una deficiencia de tiamina, riboflamina y vit B6. Sabemos por encuestas que los deportistas cubren las sobradamente las necesidades de micronutrientes. No obstante, la mayoría de atletas de élite toma suplementos vitamínicos, en valores incluso 100 veces las CDR. Sobre la vit B1 y B5, Webster en la Universidad Southern Mississippi, probó los efectos de derivados de tiamina y ácido pantoténico. Concluye “supplementation with allithiamin and pantethine does not alter exercise metabolism or exercise performance.” De nuevo Webster en la Western Illinois University, probó un derivado de B1 sobre el rendimiento físico de alta intensidad, sin encontrar ningún beneficio. Suzuki et al, en la University of Tsukuba, Japan, probó altas dosis de B1 (100mg/dia) en 16 voluntarios con un grupo como control con placebo. Mediante encuestas sobre percepción de fatiga, encontró una mejor recuperación y percepción de la fatiga.

Sobre la vit B6 Virk, Dunton et al, en Oregon State University no encontró beneficios sobre el rendimiento físico, en dos estudios separados.

Megadosis de vitamina B12: Tin-May-Tan en 1978  inyectó Vit B12 (1mg) a 36 deportistas durante 6 semanas con un grupo control que recibió un placebo. No se encontraron diferencias significativas en parámetros aerobios ni anaerobios.

Megadosis B3 (Bergstrom et al) administró 3 g/dia, no encontrando ninguna mejora aerobia ni anaerobia, aunque la sensación subjetiva de fatiga en los deportistas fue inferior en los que tomaban suplementos. En otro estudio encontró  una disminución en plasma de ácidos grasos libres a causa del bloqueo en la movilización de ácidos grasos del tejido adiposo. Esto, podría producir antes una depleción de glucógeno en los deportes de resistencia.

En cuanto a los suplementos de alta potencia, con grandes dosis de vitaminas, Weight et al en pruebas de orina en corredores muy entrenados encontró un aumento en la excreción, lo que sugiere que estos suplementos aportan nutrientes que realmente no se metabolizan. Las vitaminas B5, B6 y B12 aumentaron en plasma, mientras diversos estudios no encontraron aumentos en plasma de vitamina E y A, incluso con la utilización de suplementos de hasta el 750% CDR, lo que sugiere que son directamente almacenados. Distintos resultados se han encontrado con la Vit C, dependiendo de las concentraciones basales, la población y la dosis.